El desprecio del ignorante

 

¡Con qué facilidad se desprecia la herencia cultural y emocional de los mayores! Y es que son muchos los contemporáneos que se empeñan en decir lo que ya dijeron con solvencia nuestros antepasados en un montón de libros que casi nadie lee. Con el agravante de que muy pocos de los tantos que hoy agarran la pluma consiguen parecerse al original; ni siquiera remotamente.

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