La artrosis de twitter ¿contagiosa?

Curioso sistema el de twitter. Puedes lanzar mantras a tus miles de seguidores, afónicos en su inmensa mayoría, pero sólo puedes recibir la réplica de los que rastreas como sabueso interesado, mediante un algoritmo que te delata como elitista.

Evidentemente, es una red constreñida, no sólo por la limitante del número de caracteres.

El envío de mensajes a los que integran el pesebre suele tener proporciones geométricas, mientras que los replicantes están sujetos en el mejor de los casos a una progresión aritmética y excluyente, fatigosa, que irá menguando a medida que se haga evidente su esterilidad.

Los gurús mandan puntualmente sus teletipos del día… casi inexistente el intercambio de ideas y el debate brillando por su ausencia.

Solemnemente aburrida además, porque casi nadie bucea, salvo los directamente implicados o…balconeados, que se dedican mensajes pseudoingeniosos.

Para este viaje cibernético no se necesitaban tantas alforjas.

Me temo que las manidas redes sociales están demostrando día a día que tienen un escaso perfil gregario y un importante déficit de conectividad.




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