Lo que nos espera: una dieta de caballo

Interesante enfoque el que maneja Guy Standing en su libro “La corrupción del capitalismo”. El autor inglés denuncia que la arquitectura institucional actual se ha edificado para que los rentistas prosperen a expensas de la mayoría, en un sistema que depende de que la deuda sistémica enrede a millones de personas. En definitiva, un adelgazamiento social extremo.

Como contrapartida de los extractores de rentas, mengua la clase media y crece lo que el autor denomina el precariado, una clase social con empleo inestable, financieramente al límite y que pierde derechos paulatinamente.

Estamos, según Standing, ante un triunfo los derechos de la propiedad privada sobre los mercados libres. Las corporaciones plutocráticas, muchas de ella ubicadas en EEUU, han estado comprando miles de patentes. Una ironía es que por muchos años el sistema fue construido y favorecido por EEUU, el mayor rentista del mundo, pero desde la crisis, el número uno en busca de estas rentas a través de la propiedad intelectual es China. Este trasvase puede parcialmente explicar el ascenso de Donald Trump porque el capitalismo rentista de EEUU no es capaz ya de ser completamente dominante, subraya Standing en entrevista con el diario La Vanguardia.

La renta básica universal es una de las soluciones que propone el autor que, lejos de la necesaria subversión, no se aparta del manual del buen capitalista. Aun así, su crítica tiene calado.

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