Peligra en España la libertad de expresión
Que 200 catedráticos y profesores de Derecho Penal de universidades de toda España hayan suscrito un manifiesto en defensa de la libertad de expresión, pone en evidencia el sesgo autoritario de una parte de la judicatura española que encuentra su inspiración en las leyes coercitivas aprobadas por el gobierno del Partido Popular (PP).
Los expertos critican la persecución de chistes y comentarios satíricos en las redes sociales luego de la disparatada petición de dos años y medio de cárcel, ocho años y medio de inhabilitación y tres de libertad vigilada, a la que se enfrenta una joven española de 21 años por hacer chanzas sobre Luis Carrero Blanco, el delfín del dictador Francisco Franco que se convirtió en objetivo de ETA hace 44 años.
“Se pretende condenar penalmente a alguien y exclusivamente por hacer humor satírico sobre la muerte de un gobernante de la dictadura", advierten los docentes tras calificar de atemorizadora la petición fiscal no solo para la acusada, sino para todos los ciudadanos que viven en democracia.
Es inexplicable que se procese como “terroristas” y se llegue a encarcelar a artistas callejeros, músicos, concejales u otros ciudadanos por sus teatrillos, canciones o chistes que nunca deberían ser interpretados como provocaciones a la comisión de delitos, sino a lo sumo como chistes de humor negro o bromas de mal gusto, concluyen los especialistas en derecho penal.
Este retroceso está teniendo lugar con la connivencia de la mayoría de los grandes medios de comunicación que, intoxicados por los grandes poderes o en sintonía con la regresión, no ejercen su función de contrapeso.
Los expertos critican la persecución de chistes y comentarios satíricos en las redes sociales luego de la disparatada petición de dos años y medio de cárcel, ocho años y medio de inhabilitación y tres de libertad vigilada, a la que se enfrenta una joven española de 21 años por hacer chanzas sobre Luis Carrero Blanco, el delfín del dictador Francisco Franco que se convirtió en objetivo de ETA hace 44 años.
“Se pretende condenar penalmente a alguien y exclusivamente por hacer humor satírico sobre la muerte de un gobernante de la dictadura", advierten los docentes tras calificar de atemorizadora la petición fiscal no solo para la acusada, sino para todos los ciudadanos que viven en democracia.
Es inexplicable que se procese como “terroristas” y se llegue a encarcelar a artistas callejeros, músicos, concejales u otros ciudadanos por sus teatrillos, canciones o chistes que nunca deberían ser interpretados como provocaciones a la comisión de delitos, sino a lo sumo como chistes de humor negro o bromas de mal gusto, concluyen los especialistas en derecho penal.
Este retroceso está teniendo lugar con la connivencia de la mayoría de los grandes medios de comunicación que, intoxicados por los grandes poderes o en sintonía con la regresión, no ejercen su función de contrapeso.
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