La prensa española, bajo mínimos

El artículo de Manuel Rico en Infolibre abordando su despido como tertuliano de la cadena SER, retrata cabalmente la situación de dependencia de la prensa en España, cada vez más orgánica, aunque difiero de la percepción que el autor tiene de la emisora que ha decidido prescindir de sus servicios.

Desde hace algunos años la SER está siguiendo la misma deriva conservadora que su matriz, El País, ya que sus accionistas de referencia son los mismos del grupo Prisa, al que pertenecen ambos medios, liderados por la banca y los fondos buitre. Y esa presencia financiera acaba influyendo en los titulares y pasando la factura debida.

La progresiva derechización del Grupo Prisa y su pérdida de credibilidad no admiten matices si repasamos su línea editorial en los asuntos españoles, europeos y latinoamericanos y su enardecida y maniquea defensa del establishment en las dos orillas del Atlántico.

Salvo los que trabajan, y no todos, directa o indirectamente en el grupo del que han ido saliendo por problemas de censura o de liquidez no pocos periodistas de renombre, nadie apuesta un euro por la solvencia informativa de los medios de Prisa, atrapados por acreedores de mucho pisto y convenientemente domados.

Rico cuestiona la última trayectoria de El País, pero se abstiene de criticar a la SER. Y ahí creo que está siendo parcial. Pero su texto merece la pena en líneas generales.

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