¡Que vienen los comunistas!

El diario ABC arremete contra los partidos posicionados a la izquierda del PSOE con las herramientas propias de la derecha más rancia. Nada nuevo en un periódico desde siempre muy conservador, pero que en los últimos años ha sufrido una soberana degradación como consecuencia de su maltrato informativo.

La derecha que representa el periódico español vuelve a atizar el fantasma del comunismo para desacreditar cualquier opción política que vaya más allá de los partidos institucionales que se han turnado en España y que han mostrado con creces su responsabilidad de Estado, eso sí, magnificando en diferentes grados las bondades del mercado y anteponiendo los intereses macroeconómicos a los del grueso de la ciudadanía.

A falta de argumentos, las descalificaciones dirigidas a Podemos e Izquierda Unida tras su previsible coalición electoral de cara a los comicios del 26 de junio, devienen en groseras advertencias a los votantes bobos, que se dejan engañar por el rojerío.

El artículo que adjunto del director de un periódico manipulador y casposo, titulado "Vuelve el viejo comunismo", ejemplifica sobradamente la ramplonería ideológica de los que consideran desde hace siglos que España es su cortijo y que la mayoría de los ciudadanos no son más que jornaleros que trabajan para ellos.



Bieito Rubido (ABC).- Cada día que pasa tengo más claro que los ciudadanos somos tan culpables como los políticos de la situación que vivimos. O más, incluso. Todos aquellos que están dispuestos a comprar humo, a idolatrar a los tramposos como grandes dirigentes, a interpretar las payasadas como política de altura, a elevar las tonterías a la categoría de grandes axiomas y a comerse cualquier demagogia como mensaje de esperanza son responsables del auge del viejo comunismo. Una doctrina y praxis políticas que durante años arruinaron pueblos, llevaron sufrimiento a las familias y cercenaron el progreso y la libertad en muchos países. No entiendo, por tanto, a los españoles que ven en ellos modernidad, ni a los socialdemócratas que quieren colaborar con ellos. En España siempre hubo populistas, pero ahora lo que existe son miles de ciudadanos dispuestos a ser engañados por ellos. El debate en las próximas elecciones se va a mover entre la radicalidad de la extrema izquierda y la centralidad de los partidos constitucionalistas. Y los votantes serán los responsables de que nos gobiernen unos u otros.

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