Bruselas retrata a la deteriorada España

Los datos que hablan de una sociedad en trance los suministra la Comisión Europea, organismo que no se distingue precisamente por su izquierdismo. Y son contundentes: uno de cada diez trabajadores es pobre, los desahucios siguen agravando la situación de miles de familias, el desempleo de larga duración propicia la exclusión social y escasea la inversión en I+D y energías renovables. Todo ello en España.
Por supuesto, la Comisión Europea, fiel a su ideario neoliberal, advierte de que las reformas financieras y del mercado laboral para que éste gane en flexibilidad deben continuar, lo que en román paladino significa una mayor precariedad para el conjunto de los trabajadores.
Una de cal y varias de arena para el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy que se jacta de los muchos logros conseguidos y que suele pintar de rosa el grisáceo lienzo ibérico a la menor oportunidad.

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