La alquimia del sistema

La noticia más indignante de cuantas escuché en el informativo televisivo de este martes 10 de marzo: los banqueros acuden a los colegios a impartir clases.

Efectivamente, consejeros delegados de importantes bancos españoles, entre ellos el BBVA y el Santander, se atreven a plantarse en las aulas, ante alumnos de 12 años, para adoctrinar sobre las responsabilidades que implica cualquier endeudamiento, sobre la conveniente gestión de los dineros, sobre la oportunidad del ahorro, en entidades financieras privadas, muy privadas, por supuesto.

El mensaje explícito: usted cuenta con las herramientas para evitar en el futuro un desahucio indeseable para todos, usted tiene en sus manos la posibilidad de impedir el ostracismo social, usted es el dueño de su porvenir financiero.
Y lo sueltan sin el menor sonrojo. Como si fuera una verdad manifiesta, como si todos nacieran con los mismos pañales.

Que los banqueros, profesión desprestigiada y denunciable donde las haya, se atrevan a aleccionar a los alevines en los colegios y que haya medios que difundan tan inefable propaganda, es el mejor ejemplo de que el sistema democrático-capitalista es capaz de maquillar a su favor la peor de las medusas.