Otro retroceso anunciado
El denominado comité de sabios, aunque ninguno de sus
integrantes lo sea, ha elaborado una propuesta de reforma tributaria con la que
el Gobierno del Partido Popular (PP) busca sanear las cuentas del Estado. Nada que
objetar si los cambios incidieran en la tributación progresiva que garantiza
que los que más ingresan, más pagan. Sin embargo, la propuesta del grupo de
expertos favorece a las rentas más altas al plantear la subida del IVA, un
impuesto indirecto que afecta a todos los ciudadanos por igual con
independencia del tamaño de su monedero. Según el planteamiento, el precio que pagarán
los consumidores por la carne, el pescado, el agua y, en general, los alimentos
elaborados, subirá un 11 por ciento, si es que el Gobierno materializa esta
iniciativa que recoge el aumento del IVA de los productos gravados actualmente con
el tipo reducido del 10 por ciento. Por supuesto, no faltan los subterfugios
para que cualquier emprendedor avispado pueda escabullirse del fisco. Estas son algunas de
las sugerencias más preocupantes del comité de tecnócratas que sacralizan las
variables macroeconómicas en aras de un progreso discriminado, ya que incluso
la reducción del tipo mínimo que grava las rentas hasta 17.707 euros, también
favorecería a las clases más acomodadas. No es de extrañar que el envite
haya recibido las críticas de sindicatos y de los técnicos del Ministerio de
Hacienda, que consideran que el planteamiento del comité de pseudosabios apuesta
por un sistema fiscal más injusto con un claro sesgo ideológico.
El informe plantea que el tipo marginal máximo del IRPF debe
de ser como máximo del 50% incluyendo el tramo autonómico. En comunidades como
Cataluña, Andalucía o Asturias el tipo máximo, para rentas de más de 300.000
euros, está en el 56%. Por lo que, de seguir la recomendación de los sabios,
bajará hasta seis puntos. El tipo mínimo que grava las rentas hasta 17.707
euros también bajaría, del 24,75% al 20%. Pero este descenso beneficia también
a las rentas altas. No obstante, el informe de los expertos es un ejercicio
teórico y habría que ver como se estructuraría el esquema de tramos de
gravamen.
El País (16-03-214)
El precio que pagarán los ciudadanos por la carne, el
pescado, el agua y, en general, los alimentos elaborados va a subir un 11% si
el Gobierno hace caso a la propuesta de la comisión de expertos sobre la
reforma tributaria que plantea subir el IVA de los productos gravados con el
tipo reducido del 10% al 21%. El documento que presentaron al Ejecutivo el
pasado viernes también incluye rebajas en el impuesto sobre la renta (IRPF).
Pero las rentas bajas ya no pagaban por este tributo. Para ellas subirán los
impuestos. Y, ¿para las rentas altas?
Los más ricos también pagarán más por el IVA pero se
beneficiarán más de la rebaja del IRPF que el resto. Arrecian las voces que
consideran que la propuesta elaborada por los expertos perjudica la
progresividad —el principio por el que quien más tiene, paga más— y la equidad
del sistema.
Los técnicos del Ministerio de Hacienda agrupados en la
asociación Gestha la critican porque creen que beneficia a las rentas más
altas. Opinan que de aprobarse las medidas que proponen “supondrá un ahorro fiscal
para las rentas más elevadas”.
CC OO también critica el informe porque cree que “hace una
clara apuesta por un sistema fiscal menos justo”, al primar los impuestos
indirectos sobre los directos. Más allá ha ido el secretario general del UGT,
Cándido Méndez, que manifestó el pasado sábado que la propuesta “tiene un claro
sesgo ideológico”.
Si la subida del IVA —el impuesto menos progresivo porque
todos pagan por igual— afecta a todos los contribuyentes por igual y la rebaja
del IRPF beneficia más a los más favorecidos la conclusión está clara.
Además, el informe de los catedráticos escogidos por el
ministro Cristóbal Montoro plantea una rebaja sobre la base del ahorro del
IRPF. Ahora los rendimientos del capital, dividendos, acciones... tienen una
tarifa progresiva que va desde el 21% al 27%. Los sabios recomiendan rebajarlo
hasta el 20%. Los más beneficiados por esta medida serán los que tengan ahorros
y productos de inversión.
El catedrático de Hacienda Pública Manuel Lagares, que ha
liderado la comisión de expertos, aseguró en una entrevista en EL PAÍS que la
propuesta no implica una pérdida de progresividad porque “esta se calcula con
todo el sistema y porque la rebaja de la tarifa del impuesto de la renta lo
compensa. Además, el aumento de los mínimos de exención favorece más a las
rentas más desfavorecidas”.
Pero el informe también reclama la supresión del impuesto de
patrimonio, un tributo que actualmente lo pagan las rentas más acomodadas.
Además, la propuesta protege al régimen de sociedades de inversión colectiva
(SICAV), donde se refugian muchas de las fortunas del país.
“Es difícil convencer a la gente de que van a subirle los
impuestos de los alimentos mientras se beneficia a gente que gana millones de
euros”, apunta Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor de
¿Hacienda somos todos?. Se refiere al régimen de impatriados —la conocida como
Ley Beckam— que los expertos piden que se vuelva a aplicar y que beneficia a
deportistas, ejecutivos y científicos extranjeros que vienen a trabajar a
España. Por ejemplo, el próximo fichaje millonario del Real Madrid pasaría de
tributar en el impuesto sobre la renta a un tipo máximo del 52% a pagar solo en
torno al 20% de su salario.
Muchas de los ciudadanos más acomodados montan estructuras
empresariales para evitar tributar por el IRPF. Estos se podrán beneficiar de
una rebaja en el impuesto sobre sociedades, actualmente en el 30%, que se
reducirá hasta el 20%. También se mejora la fiscalidad de los jubilados
extranjeros en España con planes de pensiones privadas.
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