El ninguneo de los políticos
Mala cosa cuando son los propios políticos los que
contribuyen a desacreditar su oficio. Lo ha hecho María Dolores de Cospedal,
dirigente del Partido Popular (PP) y Presidenta de Castilla-La Mancha, al
asegurar que hay que "entender la política como un ejercicio noble"
que lo pueden realizar personas que tienen otra profesión. Es decir, políticos
de media jornada y apurados por otras actividades mucho más rentables. La
propuesta de Cospedal está en la línea de lo que mantienen muchos líderes de la
derecha española que, aunque no lo dicen, desprecian profundamente al servidor
público cuyos ingresos, también lo piensan, son muy inferiores a los de
cualquier depredador de los que abundan en la iniciativa privada. La derecha
siempre ha defendido el acceso franco del individuo al patrimonio mastodóntico
y al lucro al por mayor, desmedido. Su lectura: que la opulencia de cualquiera
es tan legal como legítima, con independencia de su entorno social y de las
catapultas que utilice para ello, siempre que tengan marchamo oficial, por
supuesto. Ante tales provocaciones, para los que pensamos que en este planeta
quebrado no existen potentados inocentes, que todas las grandes fortunas
provienen en mayor o menor medida de la exclusión de los demás, cuando no de su
explotación directa, que nadie es merecedor de salarios desorbitados, ni siquiera
cuando las necesidades básicas del colectivo están garantizadas, sólo queda combatir
a capa y espada este tipo de creencias que favorecen la entronización de una
minoría en perjuicio del progreso generalizado. En este contexto, los políticos
deberían jugar un papel crucial como principales valedores de un bienestar
social amplio, indiscriminado. Y de ahí que, contrariamente a lo que expresa la
dirigente del PP, sea fundamental la entrega del político a su oficio de
servidor público, con sueldos razonablemente dignos, sin limitaciones de tiempo,
aunque sólo sea para reprimir los impulsos de quienes, abonados al capital,
buscan implantar en su versión más moderna las tiendas de raya; eso sí,
disfrazados de creadores de riqueza.
Europa Press (04.03.2014)
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de
Cospedal, ha dicho sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que avala la
supresión de sueldos a los diputados regionales que no es un asunto de ahorro
"exclusivamente" sino de "entender la política como un ejercicio
noble" que la pueden realizar personas que tienen otra profesión.
"No es un tema de ahorro exclusivamente, es un tema más
de configuración de la política como un oficio noble que se puede realizar por
personas que, además, tienen otra profesión", ha puntualizado la también
secretaria general del PP, quien ha ensalzado también que los políticos son
personas "normales" que además tienen "vocación de servicio
público y de servicio a la comunidad".
Cospedal ha recordado que la supresión de sueldos ya se
aplica a los parlamentarios de Castilla y León y La Rioja y ha asegurado que
hay "miles y miles" de concejales en España que no cobran un sueldo,
al tiempo que ha destacado que esta iniciativa es una "prueba de
austeridad" tras pedir "un esfuerzo muy importante a los
ciudadanos".
En una entrevista en Onda Cero, Cospedal se ha pronunciado
de esta manera tras conocerse este martes que el Tribunal Constitucional ha
rechazado el recurso de inconstitucionalidad presentado por sesenta senadores
socialistas ante la supresión de los sueldos de los parlamentarios regionales.
La presidenta castellano-manchega ha explicado que entre los
motivos para impulsar esta iniciativa se encuentran "permitir que muchas
personas que se quieren dedicar a la política y no quieren dejar su ocupación
laboral lo puedan hacer", así como "enseñar y demostrar a los
ciudadanos que la tarea política es una tarea noble".
Asimismo, ha explicado que la dieta que reciben los
diputados no equivale a un sueldo, poniendo de relieve que "lo que no le
puede costar es el dinero a la gente, una cosa es que no tenga un sueldo
asignado y otra cosa es que le cueste dinero", ha aseverado.
Por último, ha indicado que decir que esta medida "es
tanto como aceptar que a la política sólo se pueden dedicar los que tienen
dinero" supone "un desconocimiento enorme de cómo funciona la
actividad política en nuestro país".
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