Mujeres que votan como si no lo fueran...
¿Cómo encajarán las feministas la actitud mostrada el 11 de
febrero por las diputadas del gobernante Partido Popular (PP), que votaron como
un solo bloque contra el retiro de la proyectada ley del aborto que implica un
severo retroceso en esta materia? Las mujeres del PP no se sintieron aludidas
cuando los dirigentes del PSOE les pidieron que votaran en conciencia para
frenar en seco una ley que atenta contra los derechos del colectivo femenino.
Sencillamente desoyeron sus raíces ancestrales, ningunearon sus señas genitales y se sumaron al sufragio de la reacción. De nada valieron las palabras de Elena
Valenciano apelando al espíritu tribal. "Queremos hablar con vosotras y
contar con vosotras porque, si se trata de que este disparatado proyecto no se
convierta en una ley de la que nos tengamos que arrepentir todos, vuestra
contribución puede ser decisiva", advirtió en vano la número dos del PSOE.
"Nuestras diferencias políticas no deben ser un obstáculo para que todas
acordemos que las mujeres no pueden ser tratadas como personas incapaces ante
una decisión tan trascendente para sus vidas como la de ser o no ser
madres", agregó Valenciano en un arrebato feminista que estaba condenado
de antemano y que sólo sirvió para poner en evidencia la oceánica candidez del
PSOE, por utilizar un símil amable. Una vez más, lo sucedido en el Parlamento
español sirve para constatar la obviedad: que el hecho de ser mujer no es
garantía de nada y que las féminas, llegado el caso, pueden asumir posturas tan
reprobables como las que distinguen a los hombres más retrógrados. El
establecimiento de categorías basadas en el género, y no en la ideología, para
efectuar reclamos sectoriales debilita al conjunto de la izquierda que no
debería hacer distinciones entre humanos a la hora de la reivindicación
integral de sus derechos.
Comentarios
Hola Luis, que alegría reencontrarte y saludarte después de tantos años, allá por la Lacandona. Y ver que sigues en forma.
Un fuerte abrazo
Maribel Herruzo