Diputados que no merecen serlo

La rebelión de los tres diputados del Partido Socialista de Cataluña (PSC) que votaron a contracorriente, vuelve a poner sobre el tapete un problema añejo en este país. El hecho objetivo es que en España existen listas cerradas a la hora electoral, por más que a algunos no nos gusten, lo que implica que los ciudadanos votan al partido y no a los diputados con nombre y apellidos. Por lo tanto, si algún legislador se aparta de la línea de su formación y elige ser un tránsfuga en una coyuntura crucial, aunque sea momentáneamente, el partido está en todo su derecho de exigirle su acta. Por la sencilla razón de que no le pertenece. Sin embargo, en un país tan amoral como el que nos ocupa, los diputados insumisos no sólo se resisten a abandonar el escaño, sino que se balconean como víctimas del autoritarismo de turno. Ni siquiera son coherentes con sus pataletas.

El País (19-01-2014).- Los tres diputados del PSC que votaron el pasado jueves en el Parlamento catalán a favor de pedir competencias al Congreso para que se celebre una consulta soberanista consumaron este domingo su anuncio y desoyeron la petición que les hizo Pere Navarro para que renuncien al escaño. Cruzado este río, se abre ahora un nuevo escenario en el que la dirección del PSC ha anunciado que adoptará medidas disciplinarias de "consecuencias definitivas". La expulsión del partido y del grupo parlamentario de Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura sería la más drástica de todas las posibles, pero la dirección socialista se negó este domingo a avanzar la concreción de la doble sanción: por la ruptura de la disciplina de voto (pues el resto de los diputados socialistas apretaron el botón del no) y por la negativa a entregar el acta de diputado. La primera corresponde al grupo parlamentario y la segunda a la comisión de garantías del PSC, que preside el exteniente de alcalde de Barcelona Joan Torres y de la que forman parte cinco federaciones del PSC. Esta comisión puede actuar de oficio o a requerimiento de cualquier militante. Navarro, primer secretario del PSC, no ha hablado con los tres diputados críticos desde la víspera de la votación, cuando estos le comunicaron que romperían la disciplina de voto. Navarro les pidió el sábado que entregaran el acta, que ya les habían reclamado el portavoz del grupo, Maurici Lucena, y el secretario de acción política, Antonio Balmón. En declaraciones a EL PAIS, Balmón insistió en reclamar "alturas de miras" a los tres diputados: "Son solo ellos quienes han de decidir si cierran la puerta y se quedan dentro o fuera", afirmó.

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