El PSOE: presto en la oposición, olvidadizo en el gobierno

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha gobernado en varias ocasiones España  e incluso logró en 1982 la mayoría absoluta y, con ella, la posibilidad de reordenar a fondo el desván ibérico en clave progresista. Sin embargo, a pesar de las muchas oportunidades que ha tenido para reformar o dejar sin efecto acuerdos como el contraído por España con El Vaticano en 1976, el partido socialdemócrata optó por mirar hacia otro lado contribuyendo a la prórroga a nivel de Estado de un confuso rango aconfesional que, en la práctica, beneficia con creces a la iglesia católica. Ahora, en la oposición, el PSOE amaga de nuevo con dinamitar los acuerdos con la Santa Sede, consciente de que su iniciativa no prosperará. Porque si hubiera una sola baza de truncar esa relación claramente anacrónica, los socialdemócratas españoles con sede en la madrileña calle de Ferraz no pisarían el acelerador con tanto entusiasmo. El recuento histórico es decidor. Cada vez que han gobernado, le han dado la espalda a algunas de las asignaturas pendientes que le siguen pesando a este país de países, como la impunidad franquista, el modelo federal o las prebendas del catolicismo que continúa perfectamente blindado a falta de laicismo.