Desmontando bulos
Parto de la base de que la política es tan necesaria como el
pan de cada día. Y considero también excesivo el bombardeo al que se está
sometiendo a la clase política española, partidos incluidos. Son muchos los
responsables del quebranto colectivo que nos preocupa. Y existe demasiada
intencionalidad en la mayoría de las denuncias, sin fundamento, que se lanzan
contra los representantes públicos a propósito de sus excesos o sus
privilegios. Por supuesto, sin ofrecer viabilidad alguna. Hay garbanzos negros,
evidentemente; pero de ahí a hacer volar por los aires la olla de la política
media un abismo. No todos son iguales, ni mucho menos. En estos momentos
procede reivindicar más que nunca a la política y a sus hacedores, porque
siguen siendo el mejor dique de contención de la voracidad privada, de los
ímpetus del poder económico y financiero, de las tropelías de un sistema que
genera desigualdades insuperables porque se alimenta desde su nacimiento de la
explotación ajena, aunque truque todos los espejos y difunda la patraña de que
el éxito material no tiene dueño. Eso sí, debemos exigir a los políticos un
comportamiento a la altura de la importancia de su cargo, ética y compromiso a
espuertas, y que rindan las cuentas que realmente les atañen. Ni una más, ni
una menos. El texto que acompaño hace referencia, precisamente, a la intoxicación que
practican algunos en este país de países.
¿Cuántos políticos hay en España?
Ferran Martínez i Coma (eldiario.es)
29/05/2013
El 27 de mayo, el economista Cesar Molinas y la abogada del
estado Elisa de la Nuez publicaron en El País un artículo sobre la necesidad de
cambio de los partidos políticos. Algunas reflexiones generales son
difícilmente discutibles: “La Ley de Partidos debería exigir a estas
instituciones transparencia y democracia interna (…).” Otras, no tanto. Molinas
y de la Nuez afirman: “Unas 300.000 personas sería una estimación prudente del
tamaño de un colectivo que ha acabado replicando las características del
caciquismo español tradicional.” Y uno se pregunta, ¿de dónde sale esa cifra?
En tanto que en los últimos tiempos los políticos son –en
muchos casos de forma justificada- el pimpampum, es necesario saber de cuántos
estamos hablando. Si vamos a hacer propuestas de reformas y así mejorar el
país, lo más sensato es proporcionar los datos reales. O, por lo menos,
explicar cómo se hacen los cálculos que uno proporciona. Así que la pregunta
es, ¿cuántos políticos hay en España?
Antes de presentar las cifras, ¿cuáles son las que he
encontrado por la red? Una búsqueda en google pidiendo “cuántos políticos hay
en España” nos ofrece una: 455.568. Clavado. La cifra es exagerada y diversos posts –que salen en la misma
búsqueda- desmontan dicha cantidad. Cuando se averigua que el autor de
semejante estimación es un tipo que ha sido expulsado de varios partidos
-Falange incluida- cabe pensar si sus cálculos no responden a intereses pocos
claros.
Molinas y de la Nuez nos ofrecen otra: 300.000, siendo, en
sus palabras, una ‘estimación prudente’. ¿De dónde han podido sacar estas
cifras? No lo sabemos y no lo cuentan. En tanto que algunas estimaciones
últimamente han suscitado mucha polémicas (Rogoff y Reinhart), vamos a hacer
una 'estimación' a lo bruto. Veamos los
ayuntamientos. En España hay 68.230 concejales.
Pero como decía el vicepresidente de la Federación Española de
Municipios y Provincias (FEMP), Fernando Martínez Maillo, "El 90% de los alcaldes y concejales de
España, que gobiernan los más de 7.700 municipios de menos de 20.000
habitantes, no tienen sueldo, no cobran". Pero no dejemos que la realidad
estropee una cifra impactante.
Tenemos 17 Comunidades. En Cataluña hay 135 diputados pero
pongamos que hay 150 en las 17 comunidades. Eso harían 2.550 diputados
autonómicos. Pongamos que cada diputado autonómico tiene 5 asesores (que no los
tienen, los tienen los grupos parlamentarios): 12.750. Añadamos los gobiernos
regionales. Supongamos que hay 10 consejerías, con su Consejera, su
vice-consejera, sus cuatro Secretarias Generales y sus diez Direcciones
Generales. Es decir, 16 personas. Por diez Consejerías, 160. Por 17
comunidades, 2.720 personas. Supongamos
también que hay 3 asesores para cada uno de esos puestos: 8.160. Y ahora
creámonos todos que hay 100 agencias, institutos y/o sociedades en el que
trabajan 20 personas que pertenecerían a la ‘clase política’, según Molinas y
de la Nuez. Esto hace 2.000 personas más por comunidad, por 17, 34.000. En
definitiva, sumados, en las autonomías serian: 60.180 personas que serían parte
de la ‘clase política’. Pero como seguro hay muchos más enchufados miembros de
la casta… subamos hasta 65.000.
Pasemos al nivel estatal. Hay 350 diputados y 266 senadores.
Hacen 616. Supongamos que cada diputado y senador tiene 10 asesores a su
disposición (que no los tienen, a diferencia de los Estados Unidos o Alemania),
6.160. Nos queda el gobierno. Pongamos 12 ministerios con sus Ministros y 10
cargos políticos más entre Secretarios de Estado y Directores Generales, unas
132 personas. Como algunos ministerios
son más grandes que otros, pongamos 200. Ahora, cada uno de estos tienen 10
asesores. 2.000. Consideremos, como en las Comunidades que también hay
agencias, institutos y/o sociedades. Pongamos 25 por ministerio y con 30
personas también todos de la ‘clase política’. Eso harían 9.000 miembros más de
la ‘casta’. El problema con esta cuenta es que los asesores del gobierno central
están establecidos y la Ministra dispone de 5, el Secretario de Estado de 3 y
el Secretario General 2. Pero, como antes, que la realidad no estropee un gran
titular. Por último, el Presidente del Gobierno. Como es el Presidente, tiene
una estructura mayor, como no, que las de los Ministros. Pongamos que hay 5
altos cargos alrededor con 30 personas a su disposición, 150, todos asesores,
como no podía ser de otra forma. Sumemos, 17.976… por redondear, 18.000. Venga no, que esto es
España y siempre hay un sobrino que colocar -¿verdad, Fabra?-, 25.000.
Si sumamos todos estos (68.230+65.000+25.000), son 158.230,
que para redondear serian 160.000. Esta sería nuestra ‘casta política’:
160.000, en un ‘cálculo’ tan válido como la ‘estimación prudente’ de Molinas y
de la Nuez. El problema es que no hay datos. Y esto sí que es un problema de
verdad que, por cierto, Molinas y de la Nuez no se molestan en comentar. Se
puede intentar una aproximación a partir de los datos del INE con los códigos
de la Clasificación Nacional de Ocupaciones 2011, no se superan las 100.000
personas.
Por último, una curiosidad o anécdota. La frase que se le
atribuye a Alfonso Guerra “el que se mueve, no sale en la foto” no es suya. Es
de Fidel Velázquez Sánchez, líder de la Confederación de Trabajadores de México
durante más de 40 años y pieza fundamental para entender el PRI y la política
mexicana.
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