Chávez de nuevo, sin paliativos

Frente a la manipulación mediática, sobredosis de realidad. Los resultados de las elecciones en Venezuela confirman que Hugo Chávez disfruta de una envidiable salud política, habida cuenta de que ha conseguido más del 54 por ciento de los sufragios después de tres mandatos y los inevitables desgastes.
A pesar de los agoreros que sobredimensionaron a Henrique Capriles con tal de jibarizar a su rival; a pesar de los que adelantaron a bombo y platillo que la enfermedad impediría a Chávez rematar la faena electoral; a pesar de tanto despliegue de falacias convenientemente armadas para denunciar los abusos autoritarios del inquilino de Miraflores, mientras se ninguneaban las malas maneras y el espíritu golpista de buena parte de la oposición, el presidente venezolano ha demostrado que sus propuestas continúan en el candelero y que hoy por hoy es imbatible en las urnas.
Que Chávez a veces se muestre como un presidente desmedido, reacio a la autocrítica y con tics propios de un iluminado, no resta un gramo de legitimidad a su mandato como han pretendido los que le desprecian e insultan groseramente por desafiar sin complejos a un sistema capitalista que los guardianes del orden y sus monaguillos consideran intocable.
En su administración hay logros y fracasos; como en cualquier tarea de Estado.
Por lo demás, el resultado de los comicios confirma que Venezuela se halla dramáticamente dividida entre dos opciones ideológicas. Y el presidente reelegido deberá tener muy en cuenta, junto a los otros grandes retos del país como la pobreza, la violencia y la inseguridad ciudadana, esta clara partición social si quiere aliviar el trauma que sufre casi la mitad de la población que se considera excluida del proyecto bolivariano. Pero ese es otro cantar.
Por lo pronto cabe celebrar que los muchos cavernarios que ayer aullaban contra el presidente venezolano anticipando su derrota, hoy se hayan quedado afónicos. Ante la contundente realidad, los valedores de la derecha montaraz alegan ahora que el modelo totalitario de Chávez impide el libre ejercicio del voto. A falta de argumentos, más ponzoña mediática.


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