El despropósito de Libia

El afán de notoriedad de España es inversamente proporcional al ranking que le corresponde a nivel mundial desde que se esfumó el imperio. No sabe, no ha sabido en los últimos tiempos, comportarse como lo que es: una potencia media con influencia, relativa, en áreas muy localizadas. Nos hemos empeñado en jugar en las grandes ligas, innecesariamente, porque la fanfarronería sistemática ni siquiera ha reportado beneficios materiales. Con Libia nos tendríamos que haber abstenido o, en el mejor de los casos, jugar un papel menos relevante aunque sólo sea por una sencilla razón: si hubiera que intervenir militarmente en todos los países en los que se violan los derechos humanos de manera cotidiana, no habría efectivos suficientes. Tampoco tiempo para atender tanto desaguisado.
Preocupante sobre todo el ataque de democratitis debidamente manipulada para intervenir, mientras el hambre y la miseria hacen estragos en medio mundo sin que la indignación nos mueva. La de Libia, decisión discutible y discutida, una vez más.


Agencias.-

El diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares ha afirmado que José Luis Rodríguez Zapatero, con su decisión de apoyar la intervención militar en Libia, "no solamente se carga el 'No a la Guerra'", en referencia al lema que esgrimió el PSOE y toda la izquierda en 2003 cuando Aznar colaboró en la invasión de Irak, sino algo tan "importante" como es la autorización que el Congreso debe dar para la participación española en una misión militar. Llamazares considera que el presidente del Gobierno ha convertido esta autorización en un mero "trámite", al solicitarla después de que haya comenzado la intervención militar, tal y como permite la Ley de Defensa Nacional por razones de urgencia. El martes, cuando Zapatero explique en el Pleno del Congreso las razones por las que ha decidido que España participe en esta misión internacional, Llamazares votará en contra porque ve "demasiadas similitudes y pocas diferencias" entre esta intervención militar en Libia y la guerra de Irak. Ha añadido que, aunque en este caso existe una resolución de Naciones Unidas, los países aliados la están utilizando como "patente de corso" para bombardear y no sólo para lograr una zona de exclusión aérea. "Esta intervención es una barbaridad y no tiene nada que ver con la defensa de los Derechos Humanos ni con la defensa de la democracia", ha añadido Llamazares en el Congreso, tras asistir a la reunión de la Junta de Portavoces que ha fijado para las 12.00 horas de mañana el Pleno que escuchará a Zapatero y votará este asunto.

Por su parte, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, ha subrayado que el apoyo del PSOE a la participación de España en la campaña en Libia "no tiene nada que ver con lo que sucedió en Irak, donde no había una agresión a la población, donde no había armas de destrucción masiva y donde no había una resolución de la ONU que amparara esa intervención", apuntó Iglesias. Además, confirmó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no pedirá al Congreso de los Diputados una autorización "indefinida" para participar en la operación aliada en Libia, sino solamente "de semanas". Iglesias ha precisado que el plazo de la misión "se está negociando en este momento" y ha confiado en que ese periodo sea "no más allá de semanas". Además, ha avanzado que la participación española en Libia será aprobada en las Cortes por una "mayoría muy amplia", y que solamente "unos pocos votos, que se pueden contar con los dedos de una mano", no apoyarán la operación. Iglesias ha incidido en que la intervención en Libia no tiene nada que ver con la que asumió el Gobierno del PP en Irak porque, ha recalcado, en Irak, "no había agresión a la población, ni había armas de destrucción masiva" y tampoco "una resolución de la ONU que amparase esa intervención".

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