Francia, sentando un nuevo precedente

Mientras en España casi nadie se mueve pese al anuncio oficial de elevar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, en Francia colectivos de muy diferentes ámbitos se sublevan ante la decisión presidencial de aumentar la edad de jubilación también en dos años, pero con una diferencia sustancial: de los 60 a los 62. País civilizado, país maduro el francés. Y de nuevo pone una pica en el Flandes actual.


Francia ha comenzado a hacer uso de sus reservas de petróleo de emergencia. Además, un número creciente de estaciones de servicio en el país han comenzado a quedarse sin combustible al iniciarse la segunda semana de huelga que mantiene bloqueados puertos y refinerías en protesta por la reforma de las pensiones del Gobierno galo y que el Senado votará el miércoles.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), institución dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), calcula que Francia cuenta con reservas de crudo suficientes para cubrir el consumo de 98 días y que ya ha comenzado a utilizar el 'stock' de emergencia destinado a la industria.
Justo eso, la escasez de combustible, con la implicación cada vez mayor de los estudiantes en las protestas elevan la presión sobre el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy en vísperas de una nueva huelga general, considerada decisiva por los sindicatos.
Los camioneros franceses han organizado 'marchas lentas' en las autopistas
El cierre de cientos de gasolineras llevó hoy al Ejecutivo a crear un centro de crisis para gestionar la situación, después de que las doce refinerías de Francia, en huelga indefinida, permanezcan cerradas desde el pasado martes.
Al paro de las refinerías se sumaron las operaciones de bloqueo de algunos depósitos por parte de los sindicatos de camioneros y la tensión creada por la afluencia masiva de automovilistas a las gasolineras para llenar los tanques de sus vehículos por precaución.
Por su parte, los camioneros franceses han organizado 'marchas lentas' en las autopistas, mientras las huelgas en los ferrocarriles se han intensificado ante la inminente decisión del Senado galo. Todas menos una de la docena de refinerías en el país ha detenido su producción, declarando algunas en situación de 'fuerza mayor'. El pasado 12 de octubre, los trabajadores de las refinerías francesas se sumaron a la huelga indefinida de los trabajadores del puerto de Fos-Lavera, la mayor vía marítima de entrada de productos petroleros de Europa.

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