Ahora, los verdes...

Basta con leer a Juan López de Uralde, ex distinguido de Greenpeace, para que desaparezcan las ganas de votarle. Que diga que la crisis más grave de todas las que sufrimos es la ecológica, no tiene desperdicio. Lo mismo que su comentario sobre la sensación de orfandad experimentada en los últimos años, absoluta según él ante la falta de referentes políticos. Una hipérbole propia de un indocumentado, si nos atenemos al entusiasmo ecológico del que participan todos los partidos, sin distinción de ideología, y que desarrollan en sus respectivos programas electorales y a la menor oportunidad. Siempre he tenido un punto de desconfianza hacia los verdes, como lo tengo hacia todos los ismos que sectorializan a esa izquierda que sólo se puede concebir, según mi creencia, en términos incluyentes y que está sobrada de menaje para abordar con soltura y eficacia los desafíos más acuciantes, incluido el deterioro medioambiental. Ahora, ante la aparición de este iluminado de última hora, mi desconfianza gana enteros. Ante la necesidad de una fuerza verde, cada vez más errática en Europa y otros lares, hay que anteponer la necesidad de una izquierda realmente unida, desacomplejada y con enjundia, sin arrobas artificiales. En cualquier caso, vaya su exposición.


La necesidad de una fuerza verde

Jueves, 9 Septiembre , 2010
Juan López de Uralde
El anuncio de que un grupo de personas, activos en distintos ámbitos de la sociedad española, trabajamos para la constitución de una Plataforma que promueva la sostenibilidad ambiental y la equidad social en el debate político español ha generado una intensa reacción que sólo puede ser calificada como positiva. Muchos han visto en esta propuesta el primer paso necesario para la apertura de un nuevo espacio político verde. Otros nos han acusado de venir a dividir a la izquierda. En todo caso se ha abierto un debate sobre las insuficiencias que están mostrando las actuales fuerzas para dar respuestas a la crisis más grave de todas las que sufrimos: la ecológica.

Vaya en primer lugar el comentario de que este proyecto nace precisamente de la sensación de orfandad en que las personas que hemos trabajado en movimientos sociales hemos vivido en los últimos años. La falta de referentes políticos en algunos campos ha sido absoluta. En medio ambiente, por ejemplo, llevamos años en los que asistimos a un proceso de desmantelamiento no sólo de las políticas de medio ambiente, sino incluso del propio Ministerio, ante la complacencia o el silencio generalizado de los partidos políticos. No cabe duda de que se ha dado una respuesta desde las organizaciones ecologistas pero, la pregunta que algunos nos hemos hecho es sí no sería necesario dar un paso más, y comenzar a construir un movimiento en el cual la participación en las instituciones políticas fuera también una posibilidad real.

En realidad, los partidos verdes son una realidad en Europa desde hace décadas, con un porcentaje de votos que se mueve entre el 10 y el 15% en muchos países. La labor de estos partidos, a pesar de ser minoritarios,  ha sido clave en el liderazgo de Europa en materia ambiental en todo el mundo. La inexistencia de una referencia verde sólida en España es la excepción, y no la regla, por lo que nadie debe llevarse las manos a la cabeza por que haya un nuevo intento para construir esa fuerza.

Quienes estamos ilusionados trabajando por este proyecto reivindicamos el derecho a no resignarnos ante la situación política existente. En un momento en que cientos de miles de ciudadan@s manifiestan su desapego hacia la política, un puñado de nosotr@s nos ponemos manos a la obra para tratar de construir una plataforma capaz de ofrecer nuevas alternativas, nuevos discursos y nuevos proyectos políticos transformadores. Lo que tenemos claro es que tenemos que hacer algo para revertir el rumbo de la actual situación si no queremos que el actual modelo productivista acabe haciendo añicos nuestro Planeta; y el creciente desapego hacia la política eliminando las ilusión de poder conseguir cambio alguno.

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