Lo que le espera a Colombia
Antonio Caballero es uno de los articulistas más pulcros y lúcidos que conozco. Y su crónica sobre lo que le espera a Colombia publicada en la revista Semana con el más que previsible mandato de Juan Manuel Santos, no tiene desperdicio. Somos muchos los que pensamos como él y que en la medida de lo posible lo hemos reiterado en los foros disponibles. Pero Caballero, para facturar su diagnóstico, echa mano de la experiencia histórica y de las entretelas más recientes, conjugándolas en clave periodística, lo que refuerza todavía más su escrito cuestionador.
“Santos no podrá hacer un gran gobierno porque sus objetivos son equivocados. Consisten en mantener el rumbo que Colombia lleva, y que según él es `la dirección correcta´. En reforzar lo que existe o, como él dice, en `seguir avanzando´ sobre lo ya avanzado por Uribe: que es, en todos los aspectos, retroceso. Santos es ultraderechista en lo militar, conservador en lo social, neoliberal en lo económico. Cree en la continuación de la guerra a muerte hasta la victoria militar imposible (ya he dicho aquí que nadie gana una guerra civil: todos la pierden), engrosando el presupuesto militar hasta la apoplejía y aflojando el fuero militar hasta la impunidad”, precisa Caballero en su demoledor artículo.
“Cree en el sometimiento sin condiciones a los intereses del imperio norteamericano: entrega (semiclandestina) de las bases aéreas y navales a sus tropas, obediencia en la guerra perdida contra las drogas, alineamiento contra los adversarios (Chávez) y a favor de los aliados (Israel). Cree en las virtudes del Consenso de Washington, que conducen a que crezcan los ricos y los pobres deban emigrar. Si los dejan”, continúa subrayando el columnista colombiano.
“Con objetivos como esos no se puede hacer un gran gobierno, como querría que fuera el suyo Juan Manuel Santos. La grandeza política no está en el cómo, sino en el para qué. Y el para qué de Santos se limita a la ambición mezquina de que las cosas sigan tal como están. Solo que con él”, concluye Caballero.
“Santos no podrá hacer un gran gobierno porque sus objetivos son equivocados. Consisten en mantener el rumbo que Colombia lleva, y que según él es `la dirección correcta´. En reforzar lo que existe o, como él dice, en `seguir avanzando´ sobre lo ya avanzado por Uribe: que es, en todos los aspectos, retroceso. Santos es ultraderechista en lo militar, conservador en lo social, neoliberal en lo económico. Cree en la continuación de la guerra a muerte hasta la victoria militar imposible (ya he dicho aquí que nadie gana una guerra civil: todos la pierden), engrosando el presupuesto militar hasta la apoplejía y aflojando el fuero militar hasta la impunidad”, precisa Caballero en su demoledor artículo.
“Cree en el sometimiento sin condiciones a los intereses del imperio norteamericano: entrega (semiclandestina) de las bases aéreas y navales a sus tropas, obediencia en la guerra perdida contra las drogas, alineamiento contra los adversarios (Chávez) y a favor de los aliados (Israel). Cree en las virtudes del Consenso de Washington, que conducen a que crezcan los ricos y los pobres deban emigrar. Si los dejan”, continúa subrayando el columnista colombiano.
“Con objetivos como esos no se puede hacer un gran gobierno, como querría que fuera el suyo Juan Manuel Santos. La grandeza política no está en el cómo, sino en el para qué. Y el para qué de Santos se limita a la ambición mezquina de que las cosas sigan tal como están. Solo que con él”, concluye Caballero.
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