La doble, triple, vara de medir

Estoy casi convencido de que en el ser humano habita un gen dedicado única y exclusivamente a conseguir el sometimiento de los demás, la prevalencia. Sea como sea.
Si hay países que no martirizan a otros, no es porque hayan hecho votos de respeto a los principios de los Derechos Humanos, sino sencillamente porque no pueden ejercer su potestad allende sus fronteras. En otras palabras, no tienen a un subalterno al que enmendar la plana. El caso de México es paradigmático. País sufriente por la suerte que corren sus connacionales en la frontera norte, sometidos a todo tipo de tropelías, trata a los trabajadores que llegan del sur con la misma dura vara. Y esa es la regla que rige a lo largo y ancho de un planeta donde el cinismo se ha hecho norma, angustiado por el cambio climático que vendrá, cuando niños, mujeres y hombres fallecen en tropel, hoy, aquí, ahora, por ayunos involuntarios, si es que no malviven hasta que se mueren. Nunca me han gustado las etiquetas de ecologista o feminista. Es más, reniego de ellas. Porque pienso que desde la izquierda no cabe la discriminación a la hora de atrincherarse, por muy vulnerable que sea el grupo que tengamos enfrente. Creo que sólo se puede actuar de manera generalizada, en provecho de los demás, de todos los demás, sin distingos de ninguna clase.
Pero hay noticias que me desinflan, como la que adjunto, y días en los que prefiero ensimismarme, desentenderme. Y éste es uno de ellos.



Denuncian trato indigno de México a inmigrantes Silvia Garduño
Agencia Reforma | 19-12-2009 | 01:05 | Estado Distrito Federal— Bajo un enfoque de seguridad nacional, el gobierno mexicano trata a los extranjeros indocumentadas como criminales, aunque en el discurso vela por la protección de sus derechos, denunció la organización civil Sin Fronteras.
En el marco del Día Internacional del Migrante, el organismo presentó un informe en el que plantea que si bien el gobierno mexicano argumenta que el objetivo de detener a los indocumentados es salvaguardar sus derechos humanos y protegerlos de daños a los que puedan estar expuestos en el país, en la práctica el objetivo es evitar que huyan o accedan a una defensa legal.
El Instituto Nacional de Migración (INM), reprochó, utiliza términos como “asegurar” o “alojar” cuando se refiere a la detención de extranjeros, sin que estos términos tengan validez jurídica.
“(Asegurar) es un término tramposo porque (los migrantes) no están detenidos y no están en condiciones de libertad. Entonces es la manera elegante de decirles que están en prisión”, comentó en rueda de prensa el ex ombudsman capitalino Emilio Álvarez Icaza.
“Es una trampa jurídica, porque ese término no existe”, remarcó.
Así, aunque en 2008 el Congreso de la Unión avaló despenalizar la migración indocumentada, sostiene Sin Fronteras, la realidad es que los inmigrantes siguen siendo privados de su libertad en lugares muy parecidos a las cárceles, cuando lo que cometen es una falta administrativa.
El presidente de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, Juan Carlos Gutiérrez, señaló que, bajo el enfoque de seguridad nacional, México carece de marcos normativos que propicien la garantías de los inmigrantes.
“Si cualquiera de nosotros es detenido, se supone que tenemos derecho al acceso a un abogado o pedir la protección de un juez, pero los migrantes no lo pueden hacer, porque administrativamente se considera que no se encuentran en detención”, indicó.
Asimismo, cuestionó que el INM utilice la figura de “repatriación voluntaria”, lo que implica que los inmigrantes se encuentran en las estaciones migratorias por su propia voluntad.
El informe, titulado “Situación de los derechos humanos de las personas migrantes y solicitantes de asilo detenidas en las Estaciones Migratorias de México” indica que el INM no cuenta con abogados propios que puedan dar servicio de asesoría y representación legal y limita el actuar de terceros.
“Es muy tramposo el acceso a las garantías judiciales en este procedimiento de migración. Se dice en la ley que el inmigrante podrá permanecer hasta 90 días en la estación migratoria, a excepción que haya interpuesto un recurso judicial para afectar la resolución por la cual está detenido”, comentó Gutiérrez.

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