Nos queda Francia...

Obras son amores… Mientras en España nos empeñamos en instrumentar políticas de escaparate, saludables, perfectamente correctas, en Francia apuntan a la diana social. Con una diferencia sustancial: de este lado de los Pirineos, un gobierno socialista, de izquierdas. Del otro lado, la derecha. Cierto que en Francia se aproximan las elecciones y que las rebajas políticas irrumpen en el escenario con un brío inusitado, pero es que por estos terruños los únicos descuentos que se anuncian a bombo y platillo son los del Corte Inglés… incluso en tiempos de urnas. Eso sí, nuestros gobernantes se jactan de que somos un país de vanguardia ¿vanguardia de qué? Las líneas que siguen, facturadas por una agencia informativa, son el refrendo de que Francia sigue siendo un país de referencia en Europa, a varios años luz de Madrid, por situar en algún lado el punto de salida…


El derecho a tener una vivienda será exigible ante los tribunales en Francia, igual que los son la sanidad o la educación, ha anunciado el primer ministro del país, Dominique de Villepin. Según sus palabras, su Gobierno presentará un proyecto de ley a los parlamentarios antes del 22 de febrero, aunque los expertos creen que sus efectos prácticos tardarán años en materializarse.
La iniciativa sigue a una intensa campaña del grupo denominado Los Hijos de Don Quijote para reivindicar los derechos de los sin techo.
La ley, que hará del Estado garante jurídico del derecho a una casa, se desarrollará en dos fases, según informa en su página web el diario Le Figaro. La primera comenzará a finales de 2008 y beneficiará a los sin techo, trabajadores más pobres y mujeres solteras con niños. La segunda, que podría fijarse en enero de 2012, permitirá exigir una vivienda a todas las familias o personas que habiten casas insalubres o indignas.
El derecho a una vivienda exigible es una reivindicación recurrente de las asociaciones humanitarias, que piden que los poderes públicos garanticen el alojamiento de los vagabundos. Hasta ahora sólo dos derechos fundamentales eran reclamables ante los tribunales en Francia: el derecho a la educación y el derecho a la protección de la salud. La iniciativa anunciada hoy fue insinuada ya por el presidente de la República, Jacques Chirac, el pasado domingo en su discurso de fin de año.
Según el ministro de Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, el objetivo no es "generar satisfacción", sino "agitar toda la República". Interrogado a la salida de la conferencia de prensa, Borloo ha precisado que se podrán imponer "sanciones pecuniarias" contra el Estado si se demuestra que no garantizó el derecho a la vivienda de un individuo, una vez que la ley entre en vigor.
Xavier Emmanuelli, presidente del Alto Comité que se ocupa del problema de la vivienda en los más desfavorecidos y encargado de elaborar un informe con la propuesta, ha reconocido que la ley no tendrá efectos reales hasta dentro de algunos años. Primero habrá que desarrollar instrumentos normativos a partir del texto legal, así como dotar de medios financieros a los proyectos; luego "habrá que establecer una clasificación de las personas que han de ser alojadas de manera preferente"; y por último definir las instancias responsables del cumplimiento de la ley.
Tres millones de personas en Francia viven en casas indignas, un millón no tiene alojamiento y más de 100.000 duermen en la calle, según la Asociación ATD Cuarto Mundo. En Europa sólo Escocia goza de una legislación como la que ahora pretende aprobar el Gobierno de París, la Homeless Act, votada en 2003 y que pretende garantizar el derecho efectivo a una vivienda a partir de 2012.

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