La muy inexistente política exterior española

La política exterior española se encuentra en estado comatoso desde hace años. La diplomacia ibérica se empeña en jugar en las grandes ligas a pesar del rango de potencia media que caracteriza a España; y ni siquiera en las regiones en las que podría incidir, como América Latina o el mundo árabe, cuenta con el protagonismo necesario para participar en la confección de las hojas de ruta más apremiantes.
La falta de estrategia, la sobrecarga ideológica y los complejos imperiales, entre otros factores geopolíticos y económicos, se encargan de dragar una política exterior que en el caso de Venezuela o Cuba ha rozado el esperpento, cuando no el desatino.
Sólo así se explica que España haya estado ausente de las negociaciones que han conducido a la reformulación de las relaciones entre Estados Unidos y la isla caribeña tras varias décadas de bloqueo, tan ilegal como inmoral.
El texto que adjunto es un buen resumen del descalabro de la diplomacia ibérica que, en vez de buscar puntos de encuentro, conspiró malamente para que Europa acogotara todavía más a Cuba desde una perspectiva derechista, retrógrada, inconveniente incluso para los sectores empresariales más afines al ideario conservador.

Barcelona, 19 de diciembre de 2014

Agustí Ulied, profesor de economía de ESADE, comenta las consecuencias para España del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU:

“El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU deja a la Unión Europea en la segunda línea de los intereses de Cuba. ¿Qué hará ahora Europa con su “posición común” hacia la isla?

Era conocido que los EEUU marcarían el camino del deshielo y dejarían a los países de la Unión europea en la estacada. A principios de este año, sin prisas como es su costumbre, los países de la UE acordaron modificar la posición común e iniciar el diálogo político con Cuba.

¿Y España? ¿Qué ha hecho durante este tiempo? El gobierno del partido popular ha utilizado, desde tiempos de Aznar, las relaciones con Cuba como arma ideológica de su política interior. Ahora paga por ello. Gran parte de la actual legislación europea restrictiva hacia Cuba parte de España. Hace un mes el ministro Margallo visitó la isla, lo que fue interpretado como un movimiento positivo del Gobierno de Rajoy de cara a negociaciones menos estrictas. Sin embargo el gobierno cubano le dio la espalda. Ayer, el Ministro Margallo quiso colgarse una medalla que no le correspondía como afirmaban fuentes del gobierno estadounidense al declarar que las negociaciones habían avanzado gracias a la intermediación del Papa Francisco y del gobierno de Canadá. ¿Y España, dónde estaba?

¿Cómo va a defender ahora el gobierno español el protagonismo que le debiera corresponder en el nuevo acuerdo político que sin duda negociará la Unión europea con el gobierno de Cuba? La UE no lo tiene ahora fácil para no quedar fuera de un territorio que ofrece importantes oportunidades de inversión. La promulgación de una nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba ha generado expectativas en el mundo empresarial español, que analiza las nuevas regulaciones y la cartera de inversiones ofrecida a principios de mes por el Gobierno de Raúl Castro: 8.000 millones de euros en 246 proyectos a corto y medio plazo. Obligados por la crisis, pequeños y medianos empresarios buscan mercados exteriores, y Cuba es uno de los apetecibles porque necesita capital, equipamiento y tecnología, y parece caminar hacia la liberalización.

El desembarco español se inició en los años 90. Hoy, residen en Cuba 228 sucursales de firmas españolas y 32 operan en empresas mixtas. Los intercambios comerciales alcanzaron la cifra récord de 1.000 millones de euros en el 2013. España exporta a la isla casi 800 millones de euros e importa mercancías por 200 millones”.

* Agustí Ulied es profesor del Departamento Economía de ESADE y miembro del TEAM EUROPA de la Comisión de la Unión Europea. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y Diplomado en Comunidades Europeas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, el profesor Ulied ha estado vinculado desde 1975 al proceso de integración europeo.  Ha publicado numerosos artículos y ha participado en la edición de varios libros.

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